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Ese gran universo llamado imaginación

"Ahora me ha dado por leer. Llevo meses leyendo libros, hasta que me llegue la locura y comience a crear"

José Hinojo

Esas fueron las palabras que se alojaron en mi cabeza de forma permanente el día que conocí a José Hinojo, un peculiar artista plástico que me recuerda por su elegancia al Quijote de Cervantes, dejando atrás su batalla personal contra los "gigantes" para ser morador de uno de ellos: un molino de aceite recuperado del olvido para convertirse en su hogar, su taller cerca de Prado del Rey, lugar que le vio nacer en el año 58.

 

En la entrada dan la bienvenida una serie de enormes esculturas de hierro con aspecto de androides que parecen proteger el lugar. En el centro se encuentra la reja que da paso al jardín donde Tim Burton no dudaría en rodar una de sus enigmáticas películas.

 

En el interior se encuentran dispersas sus obras: grandes murales de cartón donde se entremezclan diferentes figurillas humanas; esculturas de madera y de cartón pintado unido a cristal, metal u otros materiales; pinturas al óleo, al acrílico o la acuarela y dibujos de grafito donde puede observarse la admiración del artista por el olivo.

 

Zurich, Colonia, París, Bruselas y Madrid, son algunas de las grandes ciudades donde José ha expuesto sus variopintas obras.

 



Óscar Cárdenas

 

Reportaje publicado en Lens Culture, prestigiosa revista online sobre fotografía contemporánea.

Óscar Cárdenas

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